Imagina la escena. Tienes once años y, en los cinco minutos que faltan para que termine la clase, tu profesor de matemáticas decide que debe hacer su clase más "divertida" introduciendo un "juego". Te explica que va a señalar a cada alumno por turno y pedirle que diga el siguiente número en secuencia, empezando por el uno. La parte "divertida" es que si el número es divisible por tres, se dice "Fizz" y si es divisible por cinco se dice "Buzz". Así que ahora tu profesor de matemáticas señala a todos tus compañeros por turnos, y ellos gritan alegremente "¡uno!", "¡dos!", "¡Fizz!", "¡cuatro!", "¡Buzz!"... hasta que él te señala directamente, fijando en ti una mirada penetrante... el tiempo se detiene, tu boca se seca, las palmas de tus manos sudan cada vez más hasta que finalmente consigues graznar "¡Fizz!". La perdición se evita, y el dedo acusador sigue adelante.
Así que, por supuesto, para evitar la vergüenza ante toda la clase, tienes que imprimir la lista completa para saber qué decir. Tu clase tiene unos 33 alumnos y puede dar tres vueltas antes de que suene la campana del recreo. La próxima clase de matemáticas es el jueves. ¡Ponte a programar!
Escribe un programa que imprima los números del 1 al 100, pero aplicando las siguientes normas:
- Devuelve Fizz si el número es divisible por 3.
- Devuelve Buzz si el número es divisible por 5.
- Devuelve FizzBuzz si el número es divisible por 3 y por 5.
Salida de ejemplo:
1
2
Fizz
4
Buzz
Fizz
7
8
Fizz
Buzz
11
Fizz
13
14
FizzBuzz
16
17
Fizz
19
Buzz
... etc hasta el 100
- Un número es Fizz si es divisible por 3 o si incluye un 3 en el número
- Un número es Buzz si es divisible por 5 o si incluye un 5 en el número
Salida de ejemplo:
53: debería devolver FizzBuzz (puesto que contiene el 5 y el 3)
35: debería devolver FizzBuzzBuzz (puesto que contiene el 3 y 5 y es divisible por 5)